29 de enero de 2009

Ciel V

Sobre las nubes, heme aquí,
Con el alma dura
Y los ojos sedientos de ti.

El aire helado de madrugada

Invade mi pecho

Y quema sin premura la velada.


Erige con el agua tibia de mis venas

Una estatua de cristal, móntame en un cometa

Y déjame romper con las estrellas

Como piedras en el mar.



Esquirlas cabalgan por el cielo

Y desangran en lágrimas mis alas

Como con uñas de metal.



El tenue aullido del frígido invierno

Marchita los oleajes de mi piel,

Me desnuda y al fin devora mis huesos.



Cómo pasa el viento tan lento y sin horas,

Cómo pasa el tiempo tan sobrio y sin ti.

Cómo pasa el viento tan lento y sin horas,

Cómo pasa el tiempo tan sobrio y sin ti.


Cerrabas los ojos para no verme llegar

Con la garganta ahogada en besos

Y los dedos con canciones, todas para ti.


Con ansia me oías pasar entre las nubes

Y tropezar entre trombas y tormentas,

Imaginabas como caminaba en silencio

Quitándome la sombra hasta donde estabas tú.


Cómo pasa el viento tan lento y sin horas,

Cómo pasa el tiempo tan sobrio y sin ti.


Mis plumas se quedaron en tu ropa,

Mis huesos y mi viento en tu aliento.


Hoy me ves caer.

Insólito hombre que quiso ser ave

Y se llevarse consigo la eternidad.
Brink



Foto: (c) M*

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