Con el alma dura
Y los ojos sedientos de ti.
El aire helado de madrugada
Invade mi pecho
Y quema sin premura la velada.
Erige con el agua tibia de mis venas
Una estatua de cristal, móntame en un cometa
Y déjame romper con las estrellas
Como piedras en el mar.
Esquirlas cabalgan por el cielo
Y desangran en lágrimas mis alas
Como con uñas de metal.
El tenue aullido del frígido invierno
Marchita los oleajes de mi piel,
Me desnuda y al fin devora mis huesos.
Cómo pasa el viento tan lento y sin horas,
Cómo pasa el tiempo tan sobrio y sin ti.
Cómo pasa el viento tan lento y sin horas,
Cómo pasa el tiempo tan sobrio y sin ti.
Cerrabas los ojos para no verme llegar
Con la garganta ahogada en besos
Y los dedos con canciones, todas para ti.
Con ansia me oías pasar entre las nubes
Y tropezar entre trombas y tormentas,
Imaginabas como caminaba en silencio
Quitándome la sombra hasta donde estabas tú.
Cómo pasa el viento tan lento y sin horas,
Cómo pasa el tiempo tan sobrio y sin ti.
Mis plumas se quedaron en tu ropa,
Mis huesos y mi viento en tu aliento.
Hoy me ves caer.
Insólito hombre que quiso ser ave
Y se llevarse consigo la eternidad.
Brink
Foto: (c) M*
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